Por tercer año consecutivo, la marca ‘Festivales de los Castillos de Aragón’ conquistará algunas de sus fortificaciones más emblemáticas, esta vez completando todo el mapa de la región. Y es que esta edición, que se celebrará del 23 de julio al 29 de agosto, vuelve con una importante novedad: la incorporación del castillo de Loarre. Así, Huesca se une por primera vez a este recorrido cultural que atraviesa las tres provincias a través de sus castillos: Mora de Rubielos, Rubielos de Mora, Valderrobres y Albalate del Arzobispo en Teruel; Mesones de Isuela y Sádaba en Zaragoza; y ahora, Loarre en representación de Huesca. Casi 30 espectáculos que recorrerán la historia y las diferentes artes escénicas, contando con importantes nombres como Rafael Álvarez ‘El brujo’, María Luisa Merlo o Anthony Blake, pero también mucha apuesta por el talento aragonés en un claro apoyo al tejido territorial consolidado y emergente.
Así lo han explicado hoy en rueda de prensa desde Teruel las autoridades implicadas y la organización. En concreto, Diego Piñeiro, diputado delegado de Cultura de Diputación Provincial de Teruel; Isabel Arnas, alcaldesa de Albalate del Arzobispo; Hugo Arquímedes, alcalde de Mora de Rubielos; Carlos Boné, alcalde de Valderrobres; y Toño Monzón, director del festival.
Por parte de la Diputación de Teruel, el diputado delegado de Cultura Diego Piñeiro ha querido “felicitar a la dirección del festival, un festival de espíritu turolense que ha ido creciendo hasta convertirse en un evento autonómico al conseguir integrar a las tres provincias estén integradas. Desear que este festival siga siendo el gran referente de la cultura de nuestras comarcas en verano y nuestra comunidad autónoma”.
En representación del origen de este ciclo, ha hablado también Hugo Arquímedes, alcalde de Mora de Rubielos, una de las sedes del festival Puerta al Mediterráneo que ha declarado que “es nuestro trigésimo cuarto año de festival y estamos muy contentos, pese a la situación que nos encontramos, de haber decidido seguir adelante. Aunque sopesamos cancelar, creímos que no debíamos dejar este verano sin ninguna actividad y apostar por la cultura, sobre todo la aragonesa. Nuestro objetivo es permitir a la gente disfrutar de la cultura e intentar aprovechar la situación para que conozcan la provincia y animarles a que hagan tours turísticos”.
En este mismo sentido, Carlos Boné, edil de Valderrobres ha manifestado que “es un placer el poder estar hoy aquí, sobre todo cuando todo tipo de actividades se están suspendiendo, por lo que hay que agradecer al director del festival todo su esfuerzo para adaptar el formato”. Y es que, “para municipios como los nuestros, en el medio rural, donde por el enclave o el número de habitantes, no hay capacidad para facilitar que los vecinos puedan disfrutar de espectáculos del nivel de estos festivales. Pero no solo los vecinos, sino también todo el turismo que a lo largo de estos meses nos va a acompañar. Además, en esta complicada situación, es nuestra forma de colaborar para que el mundo de la cultura siga adelante, sobre todos aquellas compañías que necesitan público.”
Asimismo, la alcaldesa de Albalate de Arzobispo, Isabel Arnas, ha reconocido que el “atreverse a mantener esta programación es muy importante para este sector tan castigado. Y dar también alegría y esperanza a los vecinos”. Para ello, el municipio ha dispuesto el escenario en la plaza de toros, el antiguo patio de armas del castillo, donde hay mas de 3.000 localidades y 6 accesos, por lo que van a poder garantizar las medidas de seguridad. “Nuestra programación será el colofón final de esta tercera edición, teniendo un papel protagonista la jota con la actuación de Beatriz Bernad y Nacho del Río. Y es que, no hemos podido celebrar el 50 aniversario del primer monumento a la jota que hubo en Aragón, obra del escultor Orensanz y que se encuentra en Albalate”, ha dicho Arnas.
Para terminar, el director del festival Toño Monzón, ha destacado que la programación de este año contará con 26 compañías, 20 de ellas aragonesas, y 136.000€ de presupuesto en total. “No es relativo con los años anteriores, pero sigue siendo una programación a la altura de otros años, muy variada y adaptada a la arquitectura de cada sede”. También ha insistido en que se ha hecho “hincapié en el producto aragonés, intentando mantener las raíces de la programación, atendiendo a los nuevos lenguajes en convivencia con otros más convencionales.”
En cuanto las entradas, Monzón ha destacado que “en todos los castillos hemos rebajado el precio por un poco de empatía con la situación general, incluso hay actuaciones que son gratuitas. No obstante, el precio oscila entre los 10€ y los 20€, y hay también abonos en todas las sedes”.