Tanto de época medieval como moderna, la provincia cuenta con 23 cascos urbanos declarados Conjunto histórico-artístico. Se trata de entornos de carácter monumental en los que se ha sabido conservar la riqueza arquitectónica de épocas pasadas, conformando paisajes urbanos de particular belleza en los que podréis admirar monumentales iglesias, castillos o casas solariegas combinadas con excelentes ejemplos de arquitectura popular.

Algunos de ellos son de origen musulmán, tal y como ocurre con el casco histórico de Albarracín -considerados como único en Europa y, para muchos, uno de los pueblos más bonitos de España-, mientras que otros son de influencia judía, tal y como ocurre con el conjunto urbano de la Judería de Híjar. Ahora bien, la inmensa mayoría tienen una herencia cristiana, tal y como ocurre con los conjuntos histórico-artísticos de Mirambel -reconocido en 1981 con el premio Europa Nostra por su excelente estado de conservación-, Mora de Rubielos , Puertomingalvo o Calaceite .

En muchos se combinan elementos de época medieval con estilos más recientes, como en el caso de Valderrobres o Rubielos de Mora -ambas localidades repletas de excelentes muestras de arquitectura renacentista- o en la propia ciudad de Teruel , donde a la arquitectura mudéjar se añaden interesantes ejemplos de arquitectura modernista y neomudéjar.

Igualmente destacables son aquellos conjuntos que destacan por conservar el sabor de la arquitectura popular, tal y como ocurre en las localidades de Jabaloyas , Cuevas de Cañart o Beceite.